La « gran complicidad » de los criptojudaizantes de Lima (1535-1542) Jean-Pierre Tardieu

 La « gran complicidad » de los criptojudaizantes de Lima (1535-1542), Jean-Pierre Tardieu, Madrid  / Frankfurt : Iberoamericana / Vervuert, 2022
 
Los numerosos conversos portugueses que llegaban al Perú en los primeros decenios del siglo XVII, huyendo de la Inquisición o / y buscándose la vida como Francisco de Acevedo, intentaban « arrimarse a poderosos ».
Así el riquísimo mercader Manuel Bautista Pérez, el « capitán grande », logró desempeñar un discreto mesianismo (la « conspiración grande »), merced a la llegada de conversos más « leídos ». Su casa se transformó en un « cenáculo » y los principales colaboradores del « oráculo » se encargaban de consolidar al nivel ritual las prácticas muy superficiales de sus colegas más receptivos, es decir más necesitados.
Esta especie de chantaje sicológico y socio-económico suscitaba animadversión entre quienes fracasaban en los negocios. De este modo explicaron Bautista Pérez y Diego de Ovalle las acusaciones de varios testigos presentados por el fiscal del Santo Oficio. En muchos casos tendrían razón, valiéndose además los inquisidores del tormento para obtenerlas.
Si el « capitán grande » resistió hasta morir en la hoguera del auto de fe de 1639, quizá fue por negarse en aceptar que su íntima convicción y la de sus compañeros representasen un peligro para la sociedad colonial, cuya cohesión se basaba en el catolicismo. Ovalle, agotado por el sufrimiento físico y sicológico, no pudo más que admitir su culpa en 1643 y resignarse a seguir practicando la restricción mental hasta el final de su vida.